Amar sin perdernos: "¿puedo quedarme siendo quien soy?”
- Carolina Contador Trevijano
- 3 jul
- 2 Min. de lectura
¿Se puede amar profundamente sin dejar de estar en unx mismx? ¿Es posible entregarse a un vínculo sin borrarse en el intento? Muchas veces, cuando deseamos una conexión genuina, aparece una trampa sutil: comenzamos a ceder, a adaptarnos, a suavizar nuestras opiniones para no incomodar. Y sin darnos cuenta, empezamos a desdibujarnos. Lo hacemos por amor, nos decimos, pero poco a poco dejamos de ser quienes éramos cuando ese amor nació.
Amar sin perdernos es un equilibrio delicado. No se trata de amar a medias, ni de levantar muros. Se trata de poder estar en el vínculo sin traicionarnos. De compartirnos sin desaparecer. De tener la libertad de ser, aun cuando estamos acompañadxs.
Muchas personas, especialmente quienes han crecido con modelos afectivos inseguros, han aprendido a amar desde la fusión. A fundirse con el otro como forma de garantizar que el vínculo no se rompa. Se moldean al deseo ajeno, se esfuerzan por agradar, por no molestar, por ser siempre lo que se espera de ellas. Pero esa forma de estar también duele, porque con el tiempo unx deja de reconocerse. Y cuando el amor se convierte en un espacio donde tengo que dejar de ser yo para que tú me quieras, ese amor deja de ser un lugar seguro.
Decir lo que sentimos, poner límites, expresar nuestras necesidades, a veces da miedo. Tememos parecer egoístas, fríxs, distantes. Pero lo cierto es que los límites no alejan: ordenan. Nos permiten habitar el vínculo con claridad. Nos permiten quedarnos sin resentimiento, sin saturación, sin silencio acumulado. Poner límites es una forma de sostener el amor, no de ponerlo en jaque.
Muchas veces se habla de la autoestima como un trabajo interno, individual. Y claro que es importante el diálogo que tenemos con nosotrxs mismxs, el cómo nos tratamos. Pero no podemos ignorar que la forma en que nos miramos está profundamente influida por las relaciones que hemos tenido. Por cómo nos han validado, por cuánto nos han escuchado, por los espacios donde sentimos que podíamos ser auténticxs sin miedo a ser rechazadxs.
La autoestima también se cultiva en los vínculos. En relaciones donde no hace falta esforzarse todo el tiempo para ser suficiente. Donde podemos mostrarnos sin miedo. Donde no hay que elegir entre ser queridxs o ser nosotrxs.
Una relación sana no es aquella sin conflictos ni altibajos, sino aquella donde hay espacio para ser dos. Donde puedo estar contigo sin dejar de estar conmigo. Donde la conexión no exige perfección ni fusión, sino presencia. Amar sin perdernos es una práctica cotidiana. A veces incómoda. A veces desafiante. Pero siempre liberadora.
Quizá la pregunta no sea “¿cómo tengo que ser para que me quieran?” sino “¿puedo quedarme siendo quien soy?”. Porque cuando el vínculo nos permite habitarnos, entonces sí, podemos amar y ser amadxs sin perder el eje. Podemos respirar en el amor. Podemos quedarnos enterxs.
Tal vez hoy sea un buen momento para preguntarte: ¿qué parte de ti estás callando por miedo a incomodar? ¿Qué necesitas empezar a decir? ¿Qué límites has pospuesto? Y, sobre todo, ¿puedes comenzar a cultivar vínculos donde ser tú no sea una amenaza, sino un regalo?
Nos leemos.
💜 Carolina Contador
Psicóloga. Autoestima, dependencia emocional, rupturas y relaciones sanas. Acompaño personas de todas las identidades para vivir con dignidad emocional y construir vínculos auténticos




Comentarios